Islas de Sonrisas

(2016)

Así como vamos navegando por un mar de ojos, de vez en cuando amarramos nuestros barcos en islas, de algunas de ellas nos alejamos inmediatamente, en otras, nos quedamos un tiempo, pero preferimos seguir navegando, y en la más mínima oportunidad zarpamos silenciosamente.

Hay otras islas en las cuales elegimos quedarnos un tiempo más, son esas islas en donde los isleños son sonrisas, algunas rápidas y fáciles, otras complejas y agudas, pero en esas islas aparecen sonrisas sinceras, que por un instante se nos dedican completamente, se nos entregan junto a un par de ojos salidos del mar...
Quizás nos quedamos tiempos largos en esas islas, viviendo y aferrándonos a esas sonrisas, quizás, otras veces debemos partir rápido, y así seguimos navegando por los mares de ojos, pero recordando las sonrisas que se nos han dedicado.

Implacablemente las corrientes y los vientos empujan hacia adelante, y por más que las velas bajemos, el barco sigue su curso... sabemos que por delante nos esperan nuevas sonrisas,  únicas, sinceras, maravillosas, pero también sabemos que en las islas que quedaron atrás, habitan sonrisas únicas, sinceras, maravillosas.

Habiendo navegado ya un gran trecho del Mar de Ojos, conservo dentro mío un mapa de islas: latitud y longitud exacta de aquellas por las que pasé, coordenadas precisas de esa en la cual hoy estoy, bosquejos de todas esas islas que siguen por delante, y así navego, río, lloro, vivo, siento; miro el mapa y muchas veces me detengo, tiro el ancla, y por más que sé que tengo que seguir adelante, con una sonrisa observo, que el viento y la corriente, de vez en cuando se frenan, e incluso se vuelven en dirección contraria.